VadeReto (Enero 2020)

Logo del VadeReto correspondiente al mes en curso.
Las letras de "Va de Retro", bañadas en oro, se sitúan sobre un libro abierto de color amarillo, con páginas vacías. La segunda "r" de Retro simula caerse para dejar el verdadero nombre del reto.
El libro reposa sobre un marco circular plateado, con relieves de laureles triunfales.
En la parte de abajo, dentro de un rectángulo gris, y en color rojo, aparece el mes y el año, de forma abreviada..

Buenos días/tardes/noches sean…

Empezamos el 2020 con muchas ilusiones y muchos propósitos. ¡Como siempre! Ya veremos luego cuántos de estos sueños conseguimos hacer realidad.

Yo me he propuesto en este primer VadeReto pensar un poco más en los demás. Especialmente, en aquellas personas que tienen dificultades para acceder perfectamente a nuestros contenidos. Por eso, el reto de este mes consiste en lo siguiente.

Observad atentamente, durante algunos minutos, esta imagen:

La imagen muestra: un prado, dónde se puede ver un banco vacío junto a un árbol. Delante del banco, separando este del cesped, un camino de ladrillos rectangulares, formando un semicírculo. Unas nubes al fondo y el sol cayendo, completan la escena de una puesta de sol.
Imagen de Gundula Vogel (Pixabay)

La mayoría de los retos propuestos en las redes sociales piden que creéis un relato a partir de la inspiración ofrecida por la fotografía. Yo os voy a pedir que hagáis lo contrario. Cread un relato que describa la imagen, de forma que todo aquel que no pueda verla en su máximo expresión, sea capaz de disfrutar de todos sus matices. Hablad de los colores, de las formas, de los detalles, … y por supuesto de lo que os inspira.

Podéis elegir el género que queráis y crear los personajes que necesitéis. Con respecto a la la extensión, ya sabéis, a partir de 100 palabras, la que os dé vuestra creatividad.

Cómo si fuerais un preciso pintor, afilad vuestros pinceles y ofreced vuestras creativas historias para que esta imagen aparezca nítidamente en nuestras mentes.

Y, como siempre, lo más importante, no os olvidéis de DISFRUTAR escribiendo.

P.D. Este será el primer reto para poder participar en el sorteo del primer cuatrimestre del 2020. Lo realizaré en los primeros días de Mayo. De momento, la lista de libros disponibles es la misma del sorteo anterior. Aquí tenéis el enlace:

Sorteo VadeReto

Este reto está dedicado, especialmente, a Lehna Valduciel (@Halenita_), colaboradora asidua de este Acervo de Letras y amiga amable, cariñosa, simpática y atenta. Gracias a sus sugerencias ha surgido esta idea y espero que sirva para que seamos más conscientes de los problemas de accesibilidad en nuestros contenidos.

Mi Relato para el VadeReto:

Naturaleza en Extinción
Esta mañana me despertó los tenues rayos del sol, cuando aún no calentaban. Salí volando sin siquiera lavarme la cara y realicé todos mis quehaceres. Necesitaba terminar pronto para poder llegar a tiempo a la cita con Beety. Habíamos quedado al atardecer y me quedaba un largo camino por delante…

Aquí la entrada completa

61 comentarios en “VadeReto (Enero 2020)

  1. El banco verde y la sarihuella roja.
    Me detuve tras un banco de acero, color verde oscuro, anclado al borde de un camino de adoquines grises. El sol empezaba su lento descenso hacia el horizonte, donde se ocultaría para pasar la noche; podía contemplar la circunferencia de nuestra dadivosa estrella a través de las pequeñas hojas y de las robustas ramas de un árbol que parecía puesto allí, tiempo ha, para darle sombra al banco recién instalado. El cielo mostraba un suave matiz dorado, solo maculado por grises pinceladas alargadas de estratos dispuestos aquí y allá. Más abajo, la línea del horizonte, formada por las copas de los árboles del bosque que se extendía tras el prado que nacía al borde del camino de adoquines.

    Decidí sentarme en el banco. Saqué el libro que estaba leyendo. Lo abrí por la página donde estaba el marcador de madera que tenía un extremo tallado y pintado que representaba a una sarihuella roja. Lo había comprado en Coyoacán el año anterior.

    Apenas había leído unas líneas cuando la sombra de alguien que paseaba por el camino recorrió los renglones a los que prestaba toda mi atención. Alcé la mirada y vi a una mujer que me miraba con curiosidad. Me preguntó por el marcador. Me dijo que nunca había visto uno así en España. Le dije que lo había comprado en Coyoacán. Enseguida nos reconocimos como paisanos. Chilangos al otro lado del charco. Seguimos hablando toda la tarde. La acompañé a su casa. No vivíamos lejos.

    Han pasado veinte años y he estado con ella todos y cada uno de mis días desde entonces. La imagen de ese atardecer, en el que me detuve tras el banco verde junto al camino adoquinado, ha quedado grabada en mi mente; como una foto que ilustrara la portada del libro que narrase mi vida. Con la salvedad de que sobre la rama del árbol descansa una sarihuella roja.

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    • ¿Algo has podido hacer?
      Isra, has creado un bellísimo escrito que transmite muchísimo más de lo que la vista es capaz de captar. Creo que has entendido perfectamente lo que intentaba hacer con este VadeReto. Como bien dices, los demás sentidos pueden sustituir a la vista y la belleza de tus palabras, según mi opinión, lo han conseguido.
      Enhorabuena por un relato tan sensitivo y emotivo.
      Muchas gracias por participar. 😉👌🏻
      P.D. No he podido encontrar tu nick de tuiter para colocarlo en el tuit que he creado. Si lo tieneházmeloelo llegar. 😉

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      • Muchas gracias a ti por dejarme tomar parte y por esta iniciativa que yo creo nos va a traer a todos grandes momentos de lectura.
        En cuanto a Twitter y demas, desde que estoy en modo Amish soy mucho más feliz, o menos infeliz, y eso ya no va a cambiar. Pero te agradezco mucho ese tuit, como todo lo que haces por nosotros.

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    • Issra. Aunque yo no soy cinestésica, he podido apreciar la escena y es de verdad, preciosa. has capturado en esencia el disfrute del entorno de una persona ciega y eso da un aporte adicional a tu texto. has acertado en cuanto a que no es fácil describir colores, sobre todo si la persona ciega jamás ha visto. sin embargo, las formas, texturas, aromas. La temperatura, hay muchos aspectos que nos permiten disfrutar del mundo visual de una forma diferente. las licencias son más que bienvenidas porque has creado un texto precioso y si no, que lo diga Jose. Gracias, no solo por participar sino también por el esfuerzo de quitarte tus zapatos y calzarte el de alguien que no ve, pero que es capaz de sentir intensamente. Un abrazo.

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      • Que decir, muchas gracias! ¡Yo solo he hecho caso de las instrucciones!
        En serio, pienso que la falta de un sentido no solo agudiza los otros, sino que además tiene que potenciar otros muchos aspectos de la persona: fortaleza, emotividad, constancia… Es complicado asumirlo a la hora de pensar en esa persona, porque uno acaba tomándose con sus propias limitaciones. Y las mías son importantes, pero estamos en el camino.
        Un abrazo.

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  2. Pingback: Jueves. – El Destrio

  3. Buenas, familia. ¡Feliz año a todos! Dejo aquí un fragmentito de este reto que me ha parecido super inspirador y el resto, si lo queréis leer, pa casa muhahahahahah!

    Lo he titulado «Su forma de ver el mundo» y os dejo el primer párrafo:

    Me gusta imaginar el cielo como un escudo de bronce con el que trato de proteger todo lo que un día viví aquí, lo que aprendí en este lugar privilegiado. Lo envuelvo entre los suaves contornos del sol del ocaso, entre la fresca hierba que flanquea los caminos enlosados de piedra blanca y entre los bosques que se extienden allá en la lontananza, encerrando el valle, abrazándolo. Después, el astro rey empieza a descolgarse sobre el firmamento, sus rayos oblicuos proyectan una luz anaranjada a través de las nubes que le confiere al mundo un aspecto dorado. Como esos tesoros que buscan los hombres y que parecen poseer más valor cuanto más brillan, cuanto más pesan. Así guardo yo esa vida de recuerdos que late en el silencio de este sitio.

    Sigue aquí:

    https://jessi-ga.wixsite.com/fantepika/post/su-forma-de-ver-el-mundo

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  4. Pues comienzo enero y año con Va de retRo
    Aquí dejo un trocito de mi extenso relato y si queréis seguir leyendo también el enlace a mi blog.
    Saludos y feliz comienzo de año
    Abril
    Mes de lluvias. Llueve copiosamente, el mes pasado me dieron una buena capa de barniz protector y ahora el agua no se incrusta en mi madera, resbala. Me gusta estar en forma. La vida en este parque es intensa y, aunque ahora nadie se atreve a sentarse en mis maderas, siempre hay quien no deshecha la idea de hacerlo sobre mi respaldo. Hoy ando cargado con un grupo de chicos que han hecho pellas, tenían examen de matemáticas. Les he oído decir que esto les va a traer consecuencias, pero aquí han pasado el rato, esperando a que terminara el examen.
    https://vitolosa.wixsite.com/website/post/pasa-la-vida-memorias-de-un-banco

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    • Precioso, Virtu. No te has limitado a narrar lo que aparece en la fotografía, sino al paso del tiempo ante la atenta «mirada» del banco. Esa vida que parece pasar inadvertida y que muestra el ocaso de las personas.
      Enhorabuena y Muchísimas gracias por participar en el VadeReto.
      😍😍😍😘😘😘😘

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    • Virtudes, que bonito esto de ir narrando el transcurrir del tiempo. Me ha encantado que añadieses más elementos porque resulta muy sencillo poder ubicarse en la escena. Muchas gracias por participar y enhorabuena, siempre creas hhistorias preciosas. Un abrazo.

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  5. Pingback: PINTANDO EL AMOR – Viviendo Entre Dos Mundos

  6. Hola a todos.
    Hago mi aparición por aquí y os traigo una historia que he escrito para este reto tan especial y que espero os guste.
    Antes de presentar esta historia, quiero agradecer mucho a Jose por haber creado este reto y también quiero agradecer a todos los que os animéis a participar en él.
    Un abrazo grande y muy fuerte a todos.
    PINTANDO EL AMOR
    Sonó el despertador. Lo había programado con el tiempo justo para no perderse el atardecer. Si alguien le hubiese dicho meses antes que se convertiría en cazador de paisajes solo para aquello se habría reído y con ganas.
    Se vistió con rapidez, se bebió el café y cogió su mochila. Revisó que tuviese todo preparado y tras coger sus llaves salió a toda prisa.

    Podéis leer como sigue en este enlace:

    PINTANDO EL AMOR

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    • Como te he dicho en tu blog, Lehna, has conseguido un relato precioso que, además, expresa maravillosamente el amor sin barreras. Al mismo tiempo, tu visión de la imagen rebasa la percepción de los sentidos. Tienes tal grado de sensibilidad que nos haces ver la fotografía desde el corazón, que es el más preciado y precioso de los sentidos. Es una historia que emociona porque eres capaz de pintar las escenas con colores muy hermosos.
      Ya te lo he dicho muchas veces, pero no me cansaré de repetirlo. Es un inmenso placer poder disfrutar de tu arte y creatividad en este rincón, tu rincón. No me faltas. 😉👍 😍 😍 😍

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  7. Traducescarre , primero agradecer tu participación en el reto. Segundo, decirte que no solo has podido describir la imagen con mucho detalle sino que transmites una emocionalidad en la escena que le otorga vida propia. Es un texto precioso de verdad. Enhorabuena.

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  8. EL PÁJARO TRISTE
    Podía siempre mirar por la ventana y que el sol mortecino de la tarde apagara mis alas. Escuchar el susurro de la lluvia adivinando mis pensamientos. Ruido ensordecedor minando el mundo. Después solo calma.
    Llorar siempre fue la máscara con la que tapar los fracasos, esos agujeros malvados, que sabotean el corazón. Afuera llueve, aunque el sol salpique mi rostro teñido de fuego. Las condenas, que el cielo impone, marcan todo lo que envuelve a este triste pájaro con las alas rotas.
    Todos los días, a la misma hora, me siento a observarla. Los rayos de sol de esa tarde moribunda inciden sobre la piel blanca como alpaca y las manos le tiemblan mientras sube la pequeña cuesta. El verde de la primavera entre la hierba es como un manto fresco y húmedo, un mar que zigzaguea y forma sinuosas olas bajo el peso del viento. Los árboles, en todo su esplendor, son centinelas que rodean el parque. Soldados protegiendo el tesoro, que late sobre el entramado de pequeños caminos adoquinados.
    Camina arrastrando los pies y finalmente, se sienta en el banco, que suena a metal al crujir bajo su peso. Cruza los pies y observa a los niños jugar. Su mirada se detiene al fin en uno.
    Porta una camiseta del explosivo e irritante color de las naranjas, casi como esa parte del cielo que ha decidido descolgarse del universo, una vez más, mientras espera a la noche. Apenas le saca cuatro palmos al suelo, pero su risa es de gigante. Corretea como un cabritillo, brincando sobre la alfombra verde que es el suelo y se desploma fingiendo que nada en aquella espesura de flores silvestres.
    La mujer lo repasa de arriba abajo varias veces para confirmar que está bien y como siempre una lágrima se escapa de aquellos ojos del color de los recuerdos, glaciales estacas de hielo, que se funden con los márgenes de su piel pálida. Desprovista de color, de esa vida que infunde la rosada vergüenza en las mejillas, del amarillo ceniciento y deslucido de la enfermedad. Mi joven musa arrastra esa condena en la mirada y el frío tacto en la piel, de ese blanco que se apaga.
    El árbol que la cobija alarga su sombra, como una nube formada por un enjambre de hojas, pequeños insectos sin alas, que susurran al paso del viento. La joven recoge sus faldas y aguanta un bostezo. Se mira las manos y sin previo aviso, corre en desbandada por el camino adoquinado. La sigo con la mirada desde mi pequeño rincón, que asoma al parque, y se pierde de nuevo como todas las tardes.
    Viene y se va como las mariposas que revolotean sobre las flores, el aire deja su perfume en suspensión, fragancia de las noches en vela. Desde mi posición, la calle es otra especial condena, donde se miran a los ojos y no se encuentran, los vagabundos que ansían beber de pozos ajenos. El amor es una gota en un desierto.
    ¡Qué tienen las madres, que siempre ruegan al señor del universo! Con esa quemazón en el pecho, que lo rompe y desmenuza los sentimientos. Tarde tras tarde, en el mismo banco de ese parque, que se oscurece por momentos. Perder de vista lo querido, para que no sufra la caricia del dolor, cuando sufrir está prohibido si viene de quién te parió.
    Las risas de los niños son ecos lejanos, que resuenan en la ventana entreabierta. A un solo paso la libertad para escoger nuevos rumbos, con el viento de cara, con la lluvia acechando tras cada montaña. Seguir sin mirar atrás, despedirse de las cuatro paredes que apresan el alma; honrar a la vida, encontrar la felicidad. Cada cual reza al dios imposible de las desgracias ajenas, esos pequeños milagros, que suceden cuando nadie mira. Al borde del alfeizar, un precipicio que semeja un abismo difícil de sortear.
    Las estrellas pueblan el cielo, pequeños enjambres de luces que conquistan lo más alto y las hojas del árbol sisean poseídas por el frenesí de la imperturbable noche. Todo en derredor enmudece, los pájaros callamos ante la señora oscura. Reverencia tras reverencia, en los tejados de piedra, en las jaulas de cuatro paredes.
    Canto desafiando al silencio y todo en derredor se detiene. La hierba es un remanso de paz que se humedece, por esas lágrimas; que solo los ángeles derraman, cuando sienten la frialdad de la muerte. Porque hay pájaros que alaban al sol y algunos le cantamos a la inmensidad de la noche…

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    • No la llamen Diana, llámenla Poesía.
      😍😍😍😍😍😍😍😍
      Lean, relean y no piensen.. solo disfruten.
      Muchas gracias, como siempre, por tu relato hecho belleza, hermana.
      😉😘😘😘

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    • Diana. No me cansaré de decirte que tu prosa poética es, preciosa. Gracias por crear textos tan bonitos y compartirlos con nosotros. Jose tiene razón, hay que llamarte poesía y disfrutar de tu pluma. Me ha encantado esa forma tan romántica y melancólica de describir la imagen, se me hace tan tú. Un abrazo enorme.

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  9. Bueno, me pongo porque si no, se me pasará el mes, que me conozco. He probado cosas distintas y sigo sin estar inspirada. Pero esto es lo que más se parece a lo que realmente quería hacer.

    Como cada tarde justo antes de que el sol desapareciera tras los árboles del horizonte, la señora Juanita iba a sentarse al banco del parque. Era un buen banco porque en verano la cobijaba la sombra de un árbol que tenía detrás y en invierno, las ramas desnudas de hojas dejaban pasar los rayos menguantes y calentaban su corazón.

    A Juanita le gusta respirar la hierba del prado que había frente al banco. Ella casi no la veía ya, pero muchas tardes los niños del pueblo jugaban con pelotas o combas, y escuchaba sus gritos estridentes. Otras eran los pajaritos que piaban felices de tener el prado para ellos. A veces, cuando estaba todo en silencio, escuchaba el sonido del viento acariciando las hojas del árbol que la cobijaba, como si fuera una promesa de historias por contar.

    Pero lo que más le gustaba a la señora Juanita era cuando Clara se sentaba en el banco con ella. Clara no era su nieta pero ella la quería como si lo fuera y la niña la adoraba como si fuera su abuela. Se habían conocido allí, en el banco. Clara se colocaba a su lado, modosita con su bocadillo para la merienda y le describía a la señora Juanita toda la escena.
    Le explicaba como estaba de verde el prado aquel día, o si estaban frondosos los árboles que marcabano el espacio al final del prado y hasta el color del cielo, de un azul cristalino como sus ojos.

    Porque la realidad es que la señora Juanita ya casi no podía ver nada. pero la voz de la niña le traía unas imagénes que apenas recordaba.

    Después se alejaba renqueando por el camino de piedra, notando las rugosas piedras bajo las finas suelas de sus zapatos, con una sonrisa en los labios y el calorcito del sol en su cara y en su corazón

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    • Precioso, Karen. Muy dulce y emotivo.
      Qué necesario esa relación entre los más pequeños y los más mayores. Además, la abuela verá las cosas desde la retina de la pequeña, que seguro que hace que el paisaje sea mucho más bonito y fantástico.
      Gracias por tu aportación, PinkDragon
      😍😍😘😘😘

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    • Karen, es un relato precioso no solo porque describes la imagen con esa ternura apreciativa de quien disfruta lo que le rodea, sino porque has plasmado algo que sucede mucho en la realidad respecto de las personas con discapacidad visual y la infancia. Los niños son tan intuitivos y tan naturales que sus formas de relacionarse en estos casos se vuelven en una caricia dulce, así como tu historia. Un abrazo.

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  10. Pingback: Consejo al amanecer | El Blog de Lídia

    • Precioso, Lídia.
      Aunque ya «alguien» te había pisado la idea del relato desde el punto de vista del árbol, Tú le has dado un punto más filosófico en comparación con nuestra inmovilidad voluntaria.
      Me encanta, muchas gracias por tu aportación.
      😍😍😘😘😘

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    • Lidia, me ha gustado mucho como describes la imagen a través de las palabras. Como no podía ser de otra forma, siempre incluyendo lo social que, en este caso particular me ha tocado muy de cerca por razones personales. Un abrazo gigante y gracias por regalarnos la visión de este árbol.

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      • Muchas gracias por tus palabras, Lehna 😀 Me alegra que te gustara el relato y que te «llegara» por un tema personal. Creo que muchos nos encontramos, alguna vez en la vida, en encrucijadas similares. Yo también lo viví.
        Un abrazo gigante de vuelta para ti y miles de besos de colores 😀

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  11. Pingback: VadeReto (Enero 2020) – jm vanjav hasta en 500 palabras+

  12. El mío está aquí https://jmvanjav.wordpress.com/2020/01/15/vadereto-enero-2020/

    Pero como es cortito por aquí también lo dejo:

    Mi barrio no tiene nada de particular salvo que está en las afueras de la ciudad. Allí donde el Parque del Oeste termina su paseo subiendo un pequeño repecho. Es un sitio recurrente tanto para los propios vecinos como para los que viviendo en el centro llegan hasta aquí a contemplar las más hermosas puestas de sol de toda la ciudad. de la pradera y lo que nos queda de. De hecho hay un banco a la sombra de un abedul que sirve de mirador privilegiado para la representación diaria del ocaso entre la pradera y la arboleda de hayas, encinas y avellanos.

    Últimamente ya no viene tanta gente de la ciudad. Ahora, con las diversiones tecnológicas, las nuevas generaciones se han olvidado, o no conocido, la realidad de la Naturaleza en toda su dimensión; y se maravillan por la virtual en 3D. Los que vivimos en mi bario, a las afueras de la ciudad, sí seguimos disfrutando del maravilloso espectáculo, muchas veces acompañados por el trinar de los pájaros; así podemos alejamos un poco del bullicio y la contaminación urbana.

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    • Como te he comentado en tu blog, JM, has captado perfectamente la intención del reto. Es triste ver a mucha gente viendo puestas de sol a través de sus móviles. Se pierden demasiadas sensaciones. Te lo confirmará Lehna, hay muchas formas de disfrutar de la naturaleza y los sentidos te dan mucha más información que, de momento, la que te da la tecnología.
      Mucha gracias por tu aportación.
      😉😊👍🏻

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    • Mi barrio no tiene nada de particular salvo que está en las afueras de la ciudad. Allí donde el Parque del Oeste termina su paseo subiendo un pequeño repecho. Es un sitio recurrente tanto para los propios vecinos como para los que viviendo en el centro llegan hasta aquí a contemplar las más hermosas puestas de sol de toda la ciudad. De hecho hay un banco, a la sombra de un abedul, que sirve de mirador privilegiado para la representación diaria del ocaso entre la pradera y la arboleda de hayas, encinas y avellanos.

      Últimamente ya no viene tanta gente de la ciudad. Ahora, con las diversiones tecnológicas, las nuevas generaciones se han olvidado, o no conocido, la realidad de la Naturaleza en toda su dimensión; y se maravillan por la virtual en 3D. Los que vivimos en mi bario, a las afueras de la ciudad, sí seguimos disfrutando del maravilloso espectáculo, muchas veces acompañados por el trinar de los pájaros; así podemos alejamos un poco del bullicio y la contaminación urbana.

      Lo he puesto de nuevo que lo subí sin refrescar las últimas correcciones y sonaba raro 😳

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    • JM, Breve pero cargado de intencionalidad y con un mensaje que me gusta mucho. Soy tecnóloga de profesión, pero no hay nada que se le compare a la vida experimentada en directo. la tecnología es útil, vaya si lo sé, sin embargo destaco el no dejar de lado la experiencia de disfrutar lo que el universo nos obsequia. Gracias por participar y por recordarnos lo importante de la vida misma que es vivirla.

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      • Muchas gracias Lehna me alegro de que te haya gustado y captaras el trasfondo. A mí también me gusta la tecnología pero para servirme no esclavizarme. La esencia de la felicidad siempre está presente en las cosas sencillas. Saludos y gracias nuevamente, con críticas así sobran los halagos 😁🖐️

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  13. Hola, soy Armonía Hache, escritora neófita, y esta es mi aportación a este súper reto 🙂

    El color de la piel de una naranja

    Había empezado a andar con los primeros acordes de aquella canción. La música marcaba el ritmo de mis pasos sobre los adoquines, salpicados por los rayos de un sol que ya emprendía la retirada. Senda de baldosas amarillas. No sabría determinar el tiempo que anduve abstrayéndome y fundiéndome con las notas que brotaban de aquellos auriculares y se enredaban en los árboles, que ya empezaban a desnudarse, coqueteando con un otoño que comenzaba a despertar de su letargo.
    Caminé sin rumbo fijo. Cada vez que uno de mis pies golpeaba el suelo parecía que algo en mí se desprendía. Un lastre pesado y agónico que me había robado el aire demasiado tiempo. Caminé hasta encontrarme aquel banco solitario en medio de la nada. Solitario, como yo. «¿Y si nos hacemos compañía?». Me senté despacio. Estiré las piernas, cruzándolas, y, aferrándome al filo, me recliné hacia delante. Cerré los ojos para sentir la cálida caricia del sol en la cara. Aspiré el olor de la verde hierba de ese prado mágico. Almizcle perfecto de especies perfectas. Olor a campo, a tardes de verano, a inocente infancia, en definitiva, a libertad.
    Me estiré en el sitio, apoyando toda la espalda en el frío respaldo de ese banquito metálico, con las manos en la nuca y las piernas recogidas, y perdí la mirada en el cielo anaranjado. Me deleité inventándome formas en las nubes, teñidas de tonos pastel como chucherías de una feria. El almendro, a mi espalda, mecía sus hojas de manera sosegada y placentera. Miré de soslayo el camino que aún quedaba por recorrer. «¿Por qué ir por la senda marcada?».
    Me levanté de golpe y me aproximé al borde del camino. “That’s when I fly to the wildland. To your land…” me susurró Syd. Yo quería volar. Quería sobrevolar aquel prado verde custodiado por abetos verdecinos, amos y señores de la tierra que pisaba. Me quité uno de los zapatos con impaciente lentitud, me deshice del calcetín, y hundí el pie en la hierba, aún fresca, aún verde, aún húmeda. Me apresuré a liberar el otro pie y me precipité hacia una tierra infinita. El horizonte parecía difuminarse. Ya no había aquí, ni allí. Ya no había límites. Corrí, reí, bailé. Fui libre. Fui feliz. No había principio ni fin. Solos el infinito y yo.
    Me dejé caer bajo el arrope del sauce. Sentí un escalofrío que recorrió toda mi espalda y terminó explotando en el pecho. Observé el recorrido ya realizado. Parecía todo tan lejano. No recordaba ya de qué huía cuando me perdí en ese paraíso natural. La música cesó, pero la melodía siguió. Siguió a través del canto perfecto de los pájaros, a través de la risa de los niños que juegan despreocupados en un parque cercano. Atrás había quedado el dolor, la incertidumbre, el miedo, la pena y mis zapatillas. Yo ya no era yo. Yacía inerte bajo aquel árbol, extracorpóreo. Yo ya no era yo. Ahora formaba parte de aquel precioso prado.
    Guardé, para siempre, en mi retina, como si se tratase de una foto, aquella maravillosa tarde de otoño. Extendí la mano y acaricié el último rayo del sol, del color de la piel de una naranja y, tras cerrar el puño, quedó atrapado en mí para siempre, como aquel prado en mi retina, como mi alma, en aquel prado.

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    • 😱😱😱😍😍😍
      ¡¡Armonía!! Bienvenida a este rinconcito.
      ¿Te perdiste y caíste por aquí? 😂😂😂
      Tu relato no puede ser un regalo más dulce y bonito. Me encanta esa prosa poética que siempre desprenden tus escritos. Es sencillamente, ¡¡¡Maravilloso!!!
      Le lanzo una pregunta a los seguidores de este reto: ¿Quién o qué es el protagonista?
      Espero que te hagas habitual del VadeReto. 😉
      😘😘😘😘😘

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      • Mi querido Jota, es un enorme placer participar en tus VadeReto. Espero que nos veamos mucho por estos lares 😉
        Me ha encantado tu pregunta lanza a los lectores.
        Gracias por tus maravillosas palabras. 🙂

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    • Armonía. Usas la imagen fundiendo y describiendo a través de una prosa cargada de metáforas muy poéticas. Magia como elemento singular y característico del protagonista que me recuerda a los celtas, druidas en comunión con la madre tierra. Fundes lo antiguo con lo actual con esos auriculares que aíslan y a la vez transmiten. Me ha gustado mucho y te agradezco que te animases a participar. Ojalá podamos leerte más seguido. Un abrazo.

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  14. Hola!
    Me encanta este reto, y me he puesto a ello hace un ratito: no seas malo, Maestro, que ni lo he corregido casi…
    Lo copio entero; pero os paso enlace a mi Blog, con alguna foto de mi cosecha, y sed bienvenidos, y que el año os vaya estupendo!!
    Me encantan los relatos que habéis compartido!!

    Por cierto, ¿para cuándo tus relatos editados, Maestro? Aquí tienes una fiel lectora, eh?

    MAGIA

    Había nacido ciego.
    De pequeño, su familia lo llevaba a aquel paraje donde le explicaban que el sol salía y se ponía como si fuera un niño pequeño que se escondiera y apareciera, entre risas, mientras quizás jugaba al escondite.
    ‘’No me ves’’…
    Su madre le mantenía la mano y a través de ella notaba su amor: como si su sangre siguiera alimentando su vida, cuando todavía crecía en su interior, donde no necesitaba de sus propios ojos… Sus besitos que parecían chispitas de la chimenea de casa en invierno, le recordaban los cuentos que le leía y lo que su madre añadía al preguntarle él por cosas tanto importantes como triviales, que desconocía desde siempre.
    –La magia la inventamos nosotros: nadie, que yo sepa, ha visto un dragón; pero todos tienen claro su aspecto.
    Eso lo había ayudado mucho a la hora de imaginar la realidad.
    Luego, con el tiempo, al niño sol lo comparaban con una joven enamorada de acaloradas mejillas…
    ‘’Oculta su cara porque le da vergüenza que la vean enrojecer’’…
    Su padre le confesó haber hecho el amor por primera vez a oscuras.
    –Los sentimientos son los que ven, no los ojos. El sol te puede acariciar igual que un ser enamorado… La brisa, invisible, hace que los árboles susurren melodías, bajo un cielo que es una cortina transparente, o una sábana de seda que roza tu piel…
    De mayor, habiendo perdido a su familia en un accidente, seguía acudiendo a aquel paraje como el que acude a una cita regular. Más bien el camino lo llevaba.
    Trataba de imaginar a su familia, imaginar ese sol, por ejemplo, que tan bien conocía, y a veces, aún se echaba a llorar.
    Alzaba las manos al aire, como cuando recorría los rostros de sus padres, antes lisos como el sueño, después surcados, como el mismo camino que lo llevaba hasta allí.
    El sol respondía, cuando no llovía. Y la lluvia, también invisible, le mojaba los ojos.
    Un día, en el que su propio rostro estaba surcado, respondieron sus padres: le habían dicho, susurrando quizás, entre las hojas de las ramas del árbol más cercano, que estaba a punto de morir; pero, como siempre, le habían hecho imaginar: un pacífico y angelical cielo…
    Antes de decirse hasta luego, le habían hecho un regalo: habían ocupado su cuerpo por turnos, y por vez primera, había conseguido ver a su alrededor.
    Lloró y pudo ver hasta sus propias lágrimas.
    ¿Necesitas que te lo describa?…

    https://noaptoparacuentista.blogspot.com/2020/01/magia.html

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    • Como ya te he comentado en tu blog, Natalia, tus escritos siempre transmiten un sentimiento muy especial. Aunque este pueda parecer triste, también muestra una dulzura y una emoción increíble.
      Siempre es un placer leerte en estos VadeReto.
      Muchísimas gracias por participar. 😉😊😍😘😘😘

      Con respecto a lo de Maestro, me encanta. Lo soy de Mates, pero me gusta esta palabra porque describe algo muy importante, compartir lo que se sabe. Esa ha sido siempre mi ilusión desde que empecé en la enseñanza. Todavía soy muy novato en esto de la escritura, pero si puedo ayudar siempre me tendréis disponible.
      ¿Mis relatos editados? Pues algo tengo pensado. Además de algunas colaboraciones muy especiales que espero salgan este año, tengo pendiente una cosita muy bonita. Veremos. 😉👍🏻

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      • Como ya te he respondido en mi Blog, gracias y más gracias… Lo de Maestro, como también te he respondido en Twitter, es más que nada porque me recuerda que yo era muy buena en mates… cosa que no recuerdo si te comenté. Además, en mi libro favorito, hay una escena de vampiros con un maestro que es un crack… Yo creo que todos podemos aprender de todos, como ya he dicho, y algunos hasta se pueden ayudar: como tú y yo en nuestras ‘pequeñas’ aportaciones en el funcionamiento de las RRSS, que son algo que todavía no domino (no sé tú cómo vas actualmente con el IG…) Sobre literatura, empecé a escribir a finales del 2011, realmente he escrito durante unos pocos años, por trabajo y salud… y he logrado completar unos cuantos libros, que por una cosa y otra todavía están en espera…; pero lo que escribo es muy personal y de momento prefiero cagarla o acertarla por mi cuenta; aunque un día pueda pedir ayuda a un corrector, o para auto editar, por ejemplo. Se agradece y lo mismo te digo, si te hace falta un consejo o lo que creas que pueda venir de mí y ser apto para tus necesidades literarias ^^ Y te deseo la mejor de las suertes, y supongo que imaginarás que en cuanto sea posible, te leeré, haré foto y reseña de las mías, que parece que tanto gustan… Abrazoooo!

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    • Natalia. Un texto muy emotivo sin duda. Es verdad que echo en falta un poquito que usases la imagen para construir una descripción que le diera otro matiz a la escena, pero me ha gustado. tienes un estilo muy sensible al escribir. Gracias por participar y me uno a tu petición respecto del Master… queremos verle publicado, sí señor. Un abrazo a todos.

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      • Gracias! Bueno, supongo que aparte de la hierba no me he dejado nada, quizás el banco… Creo que lo escribí recordando uno de mis propios escritos de hace años, donde uno de los protagonistas es ciego. A veces me pregunto por lo que se siente cuando te falta un sentido tan importante, así como muchos se preguntan si hay algo después de morir; aunque quizás la comparativa pueda resultar brutal. Creí entender que se tenía que transmitir a alguien o quizás algo, que no podía ver por su cuenta; así que decidí recrearme en el sentido, quizás, más importante: el sentimiento. Y la magia: la que nos hace imaginar más allá de lo »humanamente conocido»… Por cierto, esto de los retos me prepara para posibles, y casi seguras, negativas en editoriales: no está mal, así nos vamos haciendo a la idea!! Gracias otra vez!!

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