Naturaleza en Extinción

La imagen muestra: un prado, dónde se puede ver un banco vacío junto a un árbol. Delante del banco, separando este del cesped, un camino de ladrillos rectangulares, formando un semicírculo. Unas nubes al fondo y el sol cayendo, completan la escena de una puesta de sol.
Imagen de Gundula Vogel (Pixabay)

Esta mañana me despertó los tenues rayos del sol, cuando aún no calentaban. Salí volando sin siquiera lavarme la cara y realicé todos mis quehaceres. Necesitaba terminar pronto para poder llegar a tiempo a la cita con Beety. Habíamos quedado al atardecer y me quedaba un largo camino por delante.

Piqué de un sitio y de otro sin molestarme mucho en cuidar mi dieta. Sé que cualquier día tendré problemas para sustentar mi orondo cuerpo e incluso, puede que no quepa por la abertura de mi hogar. Bueno, hoy tenía mucha bulla y quería aprovechar el buen tiempo.

Saciadas mis necesidades básicas, volví a salir zumbando y me metí en el metro. Estaba atestado de personas que regresaban de sus trabajos. El ambiente era angustioso e insalubre. Todos llevaban caras serias, tristes, con gestos adustos e irritados. No parecía que sus rumbos fueran demasiado agradables. Yo, sin embargo, ansiaba llegar a mi destino. Se apiñaban incómodos, dando codazos, empujones y, alguno, hasta intentó darme un manotazo.

Cuándo las puertas se abrieron, no esperé a que nadie se me adelantara y me apresuré a salir de allí sin mirar atrás. Enfilé raudo las escaleras que llevaban a la superficie y el aire límpido y virginal me inundó los sentidos. Ya estaba cerca, muy cerca.

Había pasado bastante tiempo desde la última vez que quedé allí con Beety, pero el paisaje no había cambiado. Me dejé caer en el frío hierro del banco azul que dominaba la vista y un escalofrío me recorrió todo el cuerpo. El sol empezaba ya a declinar hacia su ocaso y pintaba el cielo con tonos ocres y las nubes con trazos azules y grises. A mi derecha un árbol, de escasas hojas, intentaba filtrar tímidamente el moribundo sol. De aspecto perenne, pero firme, ejercía de guardián del pequeño parque en el que me encontraba.

Beety llegó enseguida y se colocó a mi lado. Juntos fuimos viendo caer la luz y cambiar el verde del césped por el pardo pálido de la tierra. El camino de grises ladrillos que nos separaba del prado emergía de vida. Una larga fila de hormigas se disponía a llevar sus capturas hacia su agujero. Gusanos, lombrices y babosas festejaban el no haber sido pisadas por los niños que jugaron esa tarde sobre ellos. Varias mariposas danzaron a nuestro alrededor generando bellísimos reflejos de variados colores que la luz filtraba a través de sus alas.

Cuando el sol apenas alumbraba ya y el silencio se adueñaba de todo el paisaje, Beety y yo nos tocamos con nuestras cabezas y nos felicitamos por poder disfrutar un día más del maravilloso paisaje. No sabíamos cuánto duraríamos, según muchos estábamos al borde la extinción. Cuando eso pase, posiblemente el mundo cambie y no será a mejor. Ignorantes y desdeñosos, los humanos no son conscientes de nuestra importancia en el ecosistema. Cuando faltemos dejarán de existir también las plantas, puesto que somos las responsables de su polinización y eso dará comienzo al declive de la naturaleza. Somos pequeños, somos insectos, somos abejas, pero somos necesarios. Somos imprescindibles.

Relato escrito para el reto literario VadeReto de este mismo blog.
Estas son las condiciones de este mes:
Crea un relato que describa la imagen, de forma que todo aquel que no pueda verla en su máximo expresión, sea capaz de disfrutar de todos sus matices.

VadeReto (Enero 2020)

Logo del VadeReto correspondiente al mes en curso.
Las letras de "Va de Retro", bañadas en oro, se sitúan sobre un libro abierto de color amarillo, con páginas vacías. La segunda "r" de Retro simula caerse para dejar el verdadero nombre del reto.
El libro reposa sobre un marco circular plateado, con relieves de laureles triunfales.
En la parte de abajo, dentro de un rectángulo gris, y en color rojo, aparece el mes y el año, de forma abreviada..

Buenos días/tardes/noches sean…

Empezamos el 2020 con muchas ilusiones y muchos propósitos. ¡Como siempre! Ya veremos luego cuántos de estos sueños conseguimos hacer realidad.

Yo me he propuesto en este primer VadeReto pensar un poco más en los demás. Especialmente, en aquellas personas que tienen dificultades para acceder perfectamente a nuestros contenidos. Por eso, el reto de este mes consiste en lo siguiente.

Observad atentamente, durante algunos minutos, esta imagen:

La imagen muestra: un prado, dónde se puede ver un banco vacío junto a un árbol. Delante del banco, separando este del cesped, un camino de ladrillos rectangulares, formando un semicírculo. Unas nubes al fondo y el sol cayendo, completan la escena de una puesta de sol.
Imagen de Gundula Vogel (Pixabay)

La mayoría de los retos propuestos en las redes sociales piden que creéis un relato a partir de la inspiración ofrecida por la fotografía. Yo os voy a pedir que hagáis lo contrario. Cread un relato que describa la imagen, de forma que todo aquel que no pueda verla en su máximo expresión, sea capaz de disfrutar de todos sus matices. Hablad de los colores, de las formas, de los detalles, … y por supuesto de lo que os inspira.

Podéis elegir el género que queráis y crear los personajes que necesitéis. Con respecto a la la extensión, ya sabéis, a partir de 100 palabras, la que os dé vuestra creatividad.

Cómo si fuerais un preciso pintor, afilad vuestros pinceles y ofreced vuestras creativas historias para que esta imagen aparezca nítidamente en nuestras mentes.

Y, como siempre, lo más importante, no os olvidéis de DISFRUTAR escribiendo.

P.D. Este será el primer reto para poder participar en el sorteo del primer cuatrimestre del 2020. Lo realizaré en los primeros días de Mayo. De momento, la lista de libros disponibles es la misma del sorteo anterior. Aquí tenéis el enlace:

Sorteo VadeReto

Este reto está dedicado, especialmente, a Lehna Valduciel (@Halenita_), colaboradora asidua de este Acervo de Letras y amiga amable, cariñosa, simpática y atenta. Gracias a sus sugerencias ha surgido esta idea y espero que sirva para que seamos más conscientes de los problemas de accesibilidad en nuestros contenidos.

Mi Relato para el VadeReto:

Naturaleza en Extinción
Esta mañana me despertó los tenues rayos del sol, cuando aún no calentaban. Salí volando sin siquiera lavarme la cara y realicé todos mis quehaceres. Necesitaba terminar pronto para poder llegar a tiempo a la cita con Beety. Habíamos quedado al atardecer y me quedaba un largo camino por delante…

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